Título original: From Rome to Love.
Año: 2012.
País: Estados Unidos, Italia, España.
Dirección: Woody Allen.
Guión: Woody Allen.
Reparto: Woody Allen, Judy Davis, Alison Pill, Flavio Parenti, Fabio Armiliato, Jesse Eisenberg, Alec Baldwin, Ellen Page, Greta Gerwig, Robert Benigni, Penélope Cruz, Alessandro Tiberi, Alessandra Mastronardi, Antonio Albanese, Ornella Muti.
Duración: 112 minutos.
Hace apenas una hora que he salido del cine aún no sé muy bien qué pensar de «A Roma con Amor», tal vez sea que después de esa maravilla llamada «Medianoche en París» que ya comenté el año pasado que Woody Allen haya hecho este filme me parece un insulto.
No sé cómo calificarla, la verdad. Tal vez truño le venga bien, o tal vez no sea la palabra adecuada y sinsentido le venga mejor. Sea como fuere, puedo decir que la última obra de Allen no me ha parecido una buena película.
Phyllis (Judy Davis) y Jerry (Woody Allen) son un matrimonio estadounidense que viaja a Roma para ver a su hija Hayley (Alison Pill) que durante sus vacaciones estivales ha conocido a un italiano de nombre Michelangelo (Flavio Parenti) con el que va a casarse. Jerry que trabajó en el mundo de la música escucha a su futuro consuegro Giancarlo (Fabio Armiliato) cantar en la ducha y hace o imposible para que Giancarlo cante en público, ya que el hombre, aunque le encante cantar en la ducha, está muy feliz con su vida. Esto da lugar a una auténtica bizarrada (sí, este término no existe al menos oficialmente pero no se me ocurre ninguna palabra para describir la situación mejor).
Después está John (Alec Baldwin), un arquitecto famoso en Estados Unidos que durante su juventud vivió un año en el Trastevere. En dicho barrio se encuentra con Jack (Jesse Eisenberg) su otro yo, que estudia arquitectura y que vive en el citado barrio junto a su novia Sally (Greta Gerwig). Una amiga de ella, Monica (Ellen Page), a la que acaba de dejar su novio se instala con ellos durante un tiempo y a pesar de que intenta que no pase, Jack se enamora de ella haciendo oídos sordos a los consejos de John que parece saberse toda la historia que sucede aunque, claro, por algo Jack es su otro yo (leer entre líneas).
Antonio (Alessandro Tiberi) y Milly (Alessandra Mastronardi) son un joven matrimonio recién casado que van a Roma con la intención de que él consiga un buen trabajo gracias a sus tíos de clase alta para establecerse en la ciudad eterna. Pero Milly se pierde de camino a la peluquería, y después por culpa de la fama, y Antonio acaba en una situación muy incómoda cuando sus familiares le pillan con Anna (Penélope Cruz), una prostituta que se equivoca de cliente, en la cama.
Por último está un tipo corriente de vida aburrida, felizmente casado y padre de dos hijos de nombre Leopoldo (Roberto Benigni), que de la noche a la mañana pasa de ser un don nadie a tener a los paparazzi en la puerta de casa. ¿Por qué? No nos lo explican pero es la crítica sobre la fama mejor llevada de toda la película. Porque parece que Woody Allen ha querido hacer una crítica con cuatro historias que no se entrelazan en ningún momento pero ha fallado en el intento bajo mi punto de vista.
El común denominador de las cuatro historias es precisamente la fama: lo que se consigue con ella, lo que pasa al perderla, lo que se hace para no perderla… Pero también el amor que está presente en mayor o menos medida en las cuatro historias.
No, «A Roma con Amor» no me ha parecido una buena película, y su mayor fallo lo veo en el montaje porque una historia pasa en un solo día pero el resto se suceden a lo largo, se supone, del verano. Tampoco es una oda de amor a la ciudad, aunque Allen filma los planos con mucho cariño, por mucho que al principio y al final se hable bien de ella, algo totalmente innecesario, bajo mi punto de vista, para ilustrarnos historias que se pueden dar en la ciudad. Alguna de las historias por separado hubiese tenido más potencial.
Y, un capón una vez más para los encargados del doblaje. ¿Por qué algunos personajes tienen acento italiano y otros no si también lo son?