Título original: The Night of the Hunter.
País: Estados Unidos.
Año: 1955.
Director: Charles Laughton.
Guión: James Agee.
Reparto: Robert Mitchum, Billy Chapin, Shelley Winters, Lillian Gish, Sally Jane Bruce, Evelyn Varden, Don Beddoe, James Gleason, Peter Graves, Gloria Castillo.
Duración: 93 minutos.
Harry Powell (Robert Mitchum) dice ser un predicador, pero en su conversación inicial con Dios mientras conduce ya dice que ha perdido la cuenta de las mujeres a las que ha matado. «¿Han sido seis o doce viudas?», se pregunta. Powell acaba con su huesos en la cárcel no por ninguno de sus crímenes de sangre sino por haber robado un coche.
Casualmente acaba en la celda de Ben Harper (Peter Graves), un padre de familia que harto de ver a los niños pasar hambre por las calles y sin querer que los suyos propios acaben así, roba diez mil dólares del banco y mata a dos hombres. Antes de que la policía le aprese en su propia casa, Ben esconde el dinero haciendo jurar a sus dijos John (Bill Chapin) y Pearl (Sally Jane Bruce) que no dirán a nadie, ni siquiera a su madre Willa (Shelley Winters) dónde está el dinero.
Claro que Ben sueña en voz alta y así Powell se entera de que los niños le guiarán hasta el botín. Con Harper colgado por su delito y Powell libre tras treinta días en chirona, el predicador se dirige a embaucar a una nueva viuda, Willa Harper que se deja querer casándose, sin apenas conocerle, con Powell quien tratará por todos los medios de que los niños le revelen dónde está el dinero.
Con su madre desaparecida, John y Pearl escapan por el río en la barca de su padre intentando por todos los medios de no cruzarse con Powell, embaucador nato menos para John y para la mujer que se acabará enfrentando a él para proteger a los niños, Rachel Cooper (Lillian Gish).
«La Noche del Cazador» es un filme basado en la novela de Davis Grubb que está muy bien realizado haciendo un magnífico uso de las luces y de las sombras, e incluso de canciones y de partes de la Biblia, que acaban resultando inquietantes.
Robert Mitchum consigue poner los pelos de punta con su interpretación sin necesidad de hacer correr la sangre de manera visual, y me gusta mucho el trabajo del niño Billy Chapin, que lleva parte del peso de la película estupendamente, así como el de Lillian Gish con la brillante escena en la que se enfrenta al criminal armada con un rifle y sin pestañear en ningún momento.
Un clásico muy recomendable de intriga.
Hola a todos desde una puta montaña
Genial y sobretodo pensar que esta hecha hace más de 50 años. Tocando temas que seguero que aquella época fueron un escandalo. Robert Mitchum da auntentico miedo papelazo. Ademas de eso nudillos que otras películas han copiado.
Los nudillos me recordaron a Charlie en Lost. Muy buena película, desde luego.
Espectacular joya. Original y peculiar cuento de miedo al que le dedico un homenaje en mi blog. Les dejo el enlace por si ustedes gustan.
Una película de miedo muy bien hecha con un Robert Mitchum impresionante.