Título original: Admission.
País: Estados Unidos.
Año: 2013.
Director: Paul Weitz.
Guión: Karen Croner.
Reparto: Tina Fey, Paul Rudd, Lily Tomlin, Michael Sheen, Gloria Reuben, Nat Wolff, Wallace Shawn, Travaris Spears, Olek Krupa, Sonya Walger, Brian d’Arcy James.
Duración: 107 minutos.
Portia Nathan (Tina Fey) trabaja en la oficina de admisiones de la prestigiosa Universidad de Princeton y se juega un puesto de mayor responsabilidad con su rival Corinne (Gloria Reuben). Le encanta su trabajo y parece que está feliz con la vida que lleva no queriendo tener hijos, porque no se le dan bien los niños, y disfrutando de las noches de poesía con su novio Mark (Michael Sheen). Con su madre Susannah (Lily Tomlin) tiene una relación distante.
Un día recibe la llamada de John Pressman (Paul Rudd), quien la conoce de tiempo atrás. Es profesor de un instituto nada al uso y quiere hablarle de Jeremiah (Nat Wolff) un chico que quiere ir a Princeton y que es un lumbrera aunque sus notas no lo demuestren. Claro que los esfuerzos de Portia para que Jeremiah sea aceptado se incrementarán cuando John le enseñe su certificado de nacimiento y es que está cien por cien convencido de que él es el niño que Portia tuvo años atrás y que dio en adopción. Y es que John fue quien la llevó al hospital cuando una amiga en común le avisó.
Viendo que «Admission», filme basado en la novela homónima de Jean Hanff Korelitz, está protagonizada por Tina Fey y Paul Rudd es inevitable pensar que es una comedia pero nada más lejos de la realidad. «Admission» es un drama sobre una mujer que no tiene vida más allá de su empleo, que está insatisfecha con la relación que mantiene con su pareja aunque insista en decir lo contrario y que se lleva fatal con su madre porque nunca supo el nombre del hombre con quien se acostó en un tren con destino a Nueva Jersey donde la concebió.
«Admission» también es la redención de su protagonista ya sea para ayudar a quien puede ser su hijo a conseguir su sueño, a arreglar las cosas con su madre o a abrir nuevas puertas al amor, porque su parte de romanticismo también tiene la película.
Tina Fey cumple con creces dando vida a Portia, en las escenas dramáticas y en las cómicas ya que el filme también las tiene sobre todo cuando el bueno de Paul Rudd está por en medio. Hay que mencionar también a una actriz que siempre llena la pantalla, Lily Tomlin, estupenda en el papel de Susannah.
No es que sea una maravilla y seguro que le sobra algo de metraje pero «Admission» es una película que se deja ver. No puedo decir que no me haya gustado porque aunque me esperaba otra cosa creo que merece la pena verse. Además tiene muy buenos detalles como los que se ven cuando Portia se pone a examinar la parte de candidaturas que le toca estudiar o los de la reunión para elegir a los futuros alumnos.
Lo dicho, se deja ver.