Título original: Crumbs.
País: Etiopía, España, Finlandia.
Año: 2015.
Director: Miguel Llansó.
Guión: Miguel Llansó.
Reparto: Daniel Tadesse, Selam Tesfayel.
Duración: 68 minutos.
En un paisaje postapocalíptico, un chatarrero (Daniel Tadesse) se encuentra con una persona que lleva puesto un traje nazi y una máscara de gas. El hombre vuelve a casa, una bolera, con su novia (Selam Tesfayel) pero no tardará mucho en volver a partir primero en busca de una bruja y con las instrucciones de esta, a encontrar a Papá Noel. Con este habla, a través de uno de los conductos por donde salen las bolas de la bolera, la novia del chatarrero, resistiéndose a contestar a la pregunta que Papá Noel le hace siempre «¿cuál es tu deseo?».
El chatarrero se encontrará por el camino con peculiares personajes y llegará a una ciudad aparentemente desértica donde descubrirá que la nave espacial que está estancada en el cielo tal vez no sea el vehículo que le lleve al planeta del que procede porque puede que no sea lo que él está convencido que es.
«Crumbs» es una coproducción hispano-etíope, principalmente, y en su poco más de una hora de duración nos narra una historia tan surrealista que no se puede más que aplaudir su valentía. Es toda una simpática rareza llena de referencias culturales y cuyo guión está lleno de frases y situaciones que sacan la sonrisa ya veces la carcajada, incluso.
Por citar algunos ejemplos, se reza al Dios Michael Jordan, citándose en una escena entre otros a San Pablo Picasso o San Justin Bieber (¡!), hay una espada de plástico diseñada por Carrefour o un amuleto de las Tortugas Ninja, que no es más que una figurita atada con una cadena. Por si fuera poco, no se ha visto nave espacial igual que la de «Crumbs» en la pantalla grande, una nave coronada por una mano gigante.
El personaje del usurero, la ironía personificada, es quien se encarga de contar al espectador cosas sobre los diversos objetos que van apareciendo ya sea el colgante mencionado, la espada de plástico o el disco de Michael Jackson que el protagonista le entrega a la bruja por su ayuda.
El diseño de producción está muy trabajado y realmente el paisaje nos transporta a un lugar muy dejado lo que cuela como postapocalíptico, y la fotografía es buena. El personaje principal es muy peculiar, no es un héroe al uso, y el actor que lo interpreta pone ganas y sentimiento en lo que hace.
Lo dicho, una rareza simpática y entretenida.
Un comentario en “Crumbs: Una rareza surrealista y simpática”