Odette Sinclair (Gaby Hoffman) llega a una estricta escuela para chicas después de que sus padres quieran alejarla de su novio. Allí se hará amiga de cuatro chicas que no quieren acabar siendo lo que en 1963 se espera de ella: esposas, madres y amas de casa. Aspiran a más y de ellas depende, principalmente, la revolución a la que se ve abocada la institución dirigida por la señorita McVane (Lynn Redgrave) cuando la escuela está en peligro y las chicas prácticamente obligadas por los votos de la junta a unirse a una escuela masculina.
No está nada mal la idea de «All I Wanna Do» especialmente en lo referente a la lucha femenina contra los estándares arraigados y a favor del voto, aunque para la hora y media que dura hasta que llegamos al principal meollo de la cuestión pasan demasiados minutos y al final lo más importante se despacha bastante rápido. En el reparto, además de Hoffman y Redgrave hay caras conocidas como las de Kirsten Dunst, Heather Matarazzo o Merrit Weaver. Floja.