Título original: The Chain.
País: España, Estados Unidos.
Año: 2019.
Director: David Martín Porras.
Guión: Andrés Rosende.
Reparto: John Patrick Amedori, Ray Wise, Neus Asensi, Madeline Zima, Adrienne Barbeau, Jamie Clayton, Dey Young, Kim Johnston Ulrich, Mykel Shannon Jenkins, Elijah Nelson.
Duración: 101 minutos.
Mike (John Patrick Amedori) regresa junto a su mujer Sarah (Madeline Zima) a casa de sus padres para hacerse cargo, hasta que la vendan, de la consulta oftalmológica de su padre Michael (Ray Wise), quien sufre una enfermedad neurológica degenerativa. Mike y su padre, marido y progenitor maltratador, no tienen una relación buena de nunca y el chico siempre dice que no se parece en nada a él. Pero su madre Emma (Adrienne Barbeau) le preocupa porque no sabe qué hace aún con él y encima cuidándolo como lo hace, después de todo por lo que la ha hecho pasar.
Cuando la doctora de su padre, Angie Ryan (Jamie Clayton) , le dice que tiene la misma enfermedad que Michael, lo que su temblor de manos le hace temer, y que debería ir a terapia donde una mujer llamada Vilma (Dey Young), Mike se anima a ir tras un incidente laboral. Allí conoce a Piedad (Neus Asensi), una mujer que tuvo su fama en los ochenta y que vive de los recuerdos pasados echando pestes de su exmarido y operándose el rostro una y otra vez en busca de la juventud y/o belleza perdidas. Piedad le hablará de La Cadena (de ahí el título del filme), una organización que ayuda a morir a quienes así lo desean, porque en California donde viven la eutanasia está prohibida a no ser que al enfermo le queden seis meses de vida, y Mike no quiere ni de lejos llegar a estar como su padre.
Piedad le pide que la ayude a acabar con su vida y que a cambio ella le pasará a Mike a su enlace. Pero todo se saldrá de madre y Mike, que se va convirtiendo poco a poco en quien no desea, se meterá de lleno en una espiral de secretos, algo de violencia y paranoia absoluta.
David Martín Porras consigue una muy interesante y excepcionalmente pensada carta de presentación en el largometraje con “The Chain”, filme rodado en inglés en California que puede situarse a medio camino entre el suspense y el terror psicológico. Todo lo que sucede lo vemos desde el prisma de su protagonista, desde sus ”daddy issues”, que son muchos y con razón, hasta su transformación de la que él realmente no es consciente. Pero se empatiza con él porque se mete en un jaleo bueno sin comerlo ni beberlo, en realidad, aunque también sin pararse demasiado a pensar las cosas.
Buen trabajo actoral hay en el filme, donde todos están muy convincentes, pero también un trabajo de producción genial por los detalles que se aprecian a lo largo del metraje con respecto a decorados y colores, por ejemplo, así como una historia muy bien hilada donde hay pistas en los diálogos que se escuchan.
Me ha gustado, sí, es bastante recomendable.