La vida de Roger Thornhill (Cary Grant) da un vuelco cuando, confundido con el agente secreto George Kaplan, es secuestrado por unos espías. No logran su objetivo de matarlo pero su historia ni la cree su madre Clara (Jessie Royce Landis) ni la policía, por lo que el bueno de Roger acabará investigando por su cuenta para averiguar quienes son las personas que han querido acabar con él. Claro que acabará siendo buscado por la policía con relación a un asesinato que no comete y huyendo de un avión fumigador de cosechas mientras busca información. Por suerte contará con la ayuda de Eve Kendall (Eva Marie Saint), a la que convenientemente conoce en un tren y quien le resulta misteriosa pero muy atractiva. Y es que la señorita Kendall guarda secretos varios muy importantes para el desarrollo de la historia, entre ellos su relación con Phillip Vandamm (James Mason), el principal de los espías que secuestraron a Thornhill.
Intriga, misterio y comedia tiene «Con la Muerte en los Talones», uno de los filmes míticos del director Alfred Hitchcock que cuenta con escenas no menos míticas como la citada persecución del avión al protagonista o el muy efectivo final en el Monte Rushmore donde el cartón-piedra de las estatuas de los presidentes se nota lo mínimo para que nos creamos que Roger y Eve se jueguen allí la vida. No está mal, la verdad, además Cary Grant vuelve a tener aquí uno de esos personajes que tan bien le pegaban, de hombre con sentido del humor, elegante y encantador a la par que aventurero. Lástima, eso sí, que sólo tenga un par de escenas con quien hace de su madre, porque ambas son hilarantes.
Recomendable.
Diario de una Cinéfila 