El doctor Ben McKenna (James Stewart), su mujer Jo (Doris Day) y su hijo Hank (Christopher Olsen) están de vacaciones en Marrakech. Tras ayudarles, un hombre francés llamado Louis Bernard (Daniel Gélin) les hace muchas preguntas, lo que hace sospechar a Jo de las intenciones del mismo quien acaba muriendo en brazos de Ben tras confiarle un secreto: un mandatario va a ser asesinado en Londres. Ahí empezarán los problemas de la familia, sobre todo porque Hank es secuestrado y llevado a Londres y en caso de que los McKenna acudan a la policía el niño puede sufrir las consecuencias. Ambos empezarán una carrera a contrarreloj para salvar a su hijo pero también para evitar el magnicidio.
Alfred Hitchcock dirigió el remake de la propia cinta que ya hizo años, antes, concretamente en 1934, y que al igual que esta versión de «El Hombre que Sabía Demasiado» estaba basada en una historia de Charles Bennett y D.B. Wyndham-Lewis. Es una película de intriga muy bien realizada cuya historia engancha desde el principio por las sospechas que enseguida suscita Bernard y donde no tarda en surgir el hilo conductor de la narración. Muy buen trabajo el de James Stewart y Doris Day como esos padres capaces de volverse de la noche a la mañana en detectives amateurs para encontrar a su hijo, así como el del propio Christopher Olsen que tiene una gran química con ambos, especialmente con ella, o el de Brenda de Banzie como Lucy Drayton, un personaje de vital importancia en toda la historia. Y para importante la mítica canción ganadora del Oscar «Whatever Will Be, Will Be (Que Será, Será)» que hace que el desenlace sea muy vistoso y emotivo.
Está muy bien, es muy entretenida.