Melanie Daniels (Tippi Hedren) y Mitch Brenner (Rod Taylor) se conocen en una pajarería de San Francisco. Él le hace una broma que ella se decide a devolverle lo que le hace viajar con una pareja de los llamados «pájaros del amor» a Bodega Bay, un pueblecito a una hora de la ciudad donde Mitch vive con su madre Lydia (Jessica Tandy) y su hija Cathy (Veronica Cartwright). Melanie está interesada en Mitch y es obvio que él también en ella pero algo extraño empieza a suceder con los pájaros de la zona, que se vuelven muy agresivos y no dudan en atacar a la población del pueblo o, como Melanie, a quienes pasan por ahí; así como en otros puntos del estado.
Tippi Hedren debutó a lo grande con «Los Pájaros», filme muy lejanamente basado en un relato corto de la escritora inglesa Daphne Du Maurier a la que Hitchcock ya había adaptado con «Posada Jamaica» (Jamaica Inn) y «Rebecca». Digo a lo grande porque sin ser ninguna maravilla, el filme forma parte de lo más conocido del director y de la retina de los aficionados al cine de terror porque a pesar de que su argumento no es gran cosa, la principal baza de la película son sus efectos especiales y visuales que, de hecho, se llevaron el Oscar. Porque hacer esto en 1963 con los medios manuales que por entonces había es digno de alabar. No sabemos el por qué de lo que sucede, pero sí te acabas dando cuenta de los paralelismos entre los personajes de Hedren y Tandy, que tienen una sutil lucha por Mitch en mitad de todas las bandadas de cuervos o gaviotas que van directas a picotear a los descuidados.
No aburre y está bien hecha pero de aprobado raspado.
Diario de una Cinéfila 