Un constructor muere en el pequeño pueblo de Sparta, en el estado de Mississippi. El oficial de policía Sam Wood (Warren Oates) ve a un hombre negro merodeando cerca del lugar y decide detenerlo. En comisaría y para sorpresa suya y de su jefe Gillespie (Rod Steiger), el hombre se identifica como Virgil Tibbs (Sidney Poitier), detective de homicidios de Philadelphia que estaba visitando a su madre cerca de allí. Gillespie tiene que resolver el caso cuanto antes ante las presiones que le llegan por distintos frentes y vista la experiencia de Tibbs, que sabe incluso más que el forense del pueblo, logra convencerlo para que le ayude a pesar de las reticencias de este y de que su vida corra peligro por su color de piel. Ambos pondrán sus cartas sobre la mesa y tratarán la difícil tarea de dejar de lado sus rencillas recién adquiridas porque como la señora Colbert (Lee Grant), esposa del difunto, les hace ver ha muerto un hombre y lo que importa es atrapar a quien ha acabado con él.
Ganadora de cinco a los siete Oscar a los que optaba, entre ellos Mejor Película y Mejor Actor (Steiger), y dirigida por Norman Jewison, «En el Calor de la Noche» está basada en una novela de John Ball. El largometraje tiene una trama policial bastante floja para mi gusto, aunque cierto es que incluye avanzados, creo yo, conceptos forenses para la época. El punto fuerte de la historia es el tema racial sin lugar a dudas, dejando atrapado a un detective negro en un pueblo nada tolerante con quienes tienen un color de piel diferente y con mucho matón que se cree más listo que los demás; así como la relación que entablan Gillespie y Tibbs, condenados a entenderse y a compartir prejuicios.
Se deja ver, siendo lo más interesante el «duelo» entre Poitier y Steiger quienes brillan en sus personajes.