Título original: The Last Duel.
País: Estados Unidos, Reino Unido.
Año: 2021.
Director: Ridley Scott.
Guión: Matt Damon, Ben Affleck, Nicole Holofcener.
Intérpretes: Jodie Comer, Matt Damon, Adam Driver, Harriet Walter, Ben Affleck, Alex Lawther, William Houston, Tallulah Haddon, Nathaniel Parker, Oliver Cotton, Bryony Hannah.
Duración: 152 minutos.
Francia, finales del siglo XIV. Jacques Le Gris (Adam Driver) salva la vida de Sir Jean de Carrouges (Matt Damon) en pleno combate. Ambos luchan en nombre del rey e incluso se consideran amigos. Jean se casa con Marguerite (Jodie Comer) y su matrimonio va viento en popa según él lo ve, a excepción de que ella no logra concebir un heredero y su suegra Nicole (Harriet Walter) no deja de lanzarle maldades. Tras una ausencia de su esposo, Jacques viola a Margueritte en nombre del amor que dice sentir por ella desde que la conoció. Jean le demandará y por Margueritte se batirá en un duelo a muerte con su otrora amigo.
Este es parte del argumento principal de «El Último Duelo» que está narrada en tres capítulos según el punto de vista de cada uno de los protagonistas, acabando con el de ella y su verdad, la verdad del asunto que está basado en un hecho real y recogido en obras de Eric Jager que han adaptado Matt Damon, Ben Affleck y Nicole Holofcener. Para mí esta tercera parte es la mejor de todas en lo que a desarrollo se refiere.
Hay escenas que se repiten en las partes para que sigamos una línea temporal con respecto al juicio que se da antes del duelo y que a veces pecan de repetitivas salvo aquellas en las que se aportan nuevos elementos, pero las que resultan repetitivas son las menos. En todas ellas hay matices, palabras, movimientos que nos ayudan a crearnos una imagen más real de los protagonistas, del cómo son o incluso de lo que pueden llegar a pensar en un momento dado.
En lo de transmitir Jodie Comer se lleva la palma porque con gestos y miradas te lleva a su terreno. La película, al fin y al cabo, va sobre su personaje, una mujer valiente que decidió no permanecer callada y acusar a su violador en una sociedad que consideraba todo la voluntad de Dios.
No está mal, tiene muy buena producción e interpretaciones solventes aunque el carisma cero de Ben Affeck para su personaje y ese terrible pelo, así como una tripa de embarazada en un momento dado que da menos el pego que ese pelo rubio teñido de Affleck son imperdonables.
Diario de una Cinéfila 