Título original: El Crack.
País: España.
Año: 1981.
Director: José Luis Garci.
Guión: José Luis Garci, Horacio Valcárcel.
Intérpretes: Alfredo Landa, María Casanova, Manuel Tejada, Mónica Emilió Prieto, Manuel Lorenzo, Miguel Rellán, José Bódalo, Raúl Fraire, Mayrata O’Wisiedo.
Duración: 132 minutos.
El detective privado Germán Areta (Alfredo Landa) es un tipo duro que no se anda con chiquitas. Fue policía y tras ser malherido decidió establecerse por su cuenta con la ayuda de «el Moro» (Miguel Rellán). A sus manos llega el caso de una chica desaparecida que está relacionada con un conocido de un viejo conocido, don Alberto «el Guapo» (Manuel Tejada), quien le ofrece trabajar para su jefe un mafioso con aires de grandeza. Pero Germán no se fía de este expolicía corrupto ni está interesado en la oferta.
En su vida privada hay dos mujeres, Carmen (María Casanova) y la hija de esta Maite (Mónica Emilió Prieto), con quien tiene una relación bastante paternal. Su otra relación importante no es que la tenga con su ayudante, sino que la tiene con su barbero, quien siempre le habla maravillas tanto del boxeador Rocky Marciano como de la ciudad de Nueva York.
Lo que a priori parece un caso no muy difícil de resolver, se va tornando en algo más oscuro sobre todo con las mentiras que le van contando a Germán en sus entrevistas y por el peligro en el que al final acaba inmerso y que perjudica a quienes le rodean.
José Luis Garcí realizó con “El Crack” una película muy al estilo de Hollywood tanto por historia como por escenarios y ambientación. Madrid se erige en coprotagonista, así como la omnipresente Nueva York a la que también viajamos. La primera es de un color plomizo que acompaña a la escena más dura y, para mí, de innecesario desenlace que nos lleva a la segunda, más colorida y viva, para una traca final que cierra muy bien la trama donde la traición lleva a que el protagonista ponga toda la carne en el asador y se saque un as de la manga y provoque sorpresa y vítores a partes iguales.
Fantástico el reparto encabezado por el gran Alfredo Landa que se marcó una excepcional actuación dando vida a este antihéroe de nombre Germán y alias «el Piojo», capaz de mostrar dureza y amor a partes iguales: la primera hacia sus enemigos e incluso colaboradores, la segunda hacia sus chicas.
Muy, pero que muy buena.