Cada cierto tiempo alguien se vuelve a poner la máscara de Ghostface en Woodsboro y a sembrar el pánico. Cuando Tara (Jenna Ortega) es atacada, su hermana Sam (Melissa Barrera) vuelve a casa acompañada de su novio Richie (Jack Quaid) y ambos pedirán ayuda al otrora sheriff Dewey (David Arquette), quien pedirá a Sidney (Neve Campbell) y a Gale (Courteney Cox) que no aparezcan por allí. Mientras la población del lugar empieza a mermar y los asesinatos parecen tener relación con el pasado.
“Scream 5”, me niego a quitarle el número de entrega porque muy lejos queda de la original, vuelve a autohomenajearse en muchos momentos, reconectando con la película que lo inició todo pero siendo infiel a la propia saga en realidad ya que hay más sangre y palabrotas que en las cuatro películas anteriores juntas. No pasa de entretenida con un guión malillo, ciertas escenas irrisorias y una sorpresa final que vi llegar bastante antes de que se produjera; con unos personajes nuevos sin carisma, donde se salvan Sam, Tara y los mellizos Meeks (Jasmin Savoy Brown y Mason Gooding), ella sobre todo, y donde algo que pasa con un personaje es, simplemente, imperdonable.
La peor de la saga, sin lugar a dudas, que aporta nada más que el entretenimiento pasajero por momentos.