El millonario, y examigo de John Hammond, Benjamin Lockwood (James Cromwell) recluta a Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) y a su equipo para salvar a los dinosaurios de Isla Nublar ya que el volcán inactivo de la misma está a punto de erupcionar. Claire va en busca de Owen (Chris Pratt) y juntos tratarán de salvar a los dinosaurios que puedan pero tendrán que salir de manera abrupta de la isla junto a unos cuantos traficantes de animales cuyo empleador tiene otros planes para los dinosaurios.
Si la vuelta a la franquicia «Jurassic World» fue una aventura entretenida con guiños a la original, esta «Jurassic World: El reino Caído», dirigida por Juan Antonio Bayona, aporta bien poco y su argumento se hace cuesta arriba. A los dinosaurios no hay que sacarlos de una isla, allí es donde dan juego, no sembrando el pánico en una ciudad, que para eso ya están otras películas, o en una mansión cuyos cimientos, increíblemente, soportan las pisadas de seres que pesan toneladas. Llega a aburrir y es una amalgama de efectos con un Indominus Rex de protagonista que no da tanto miedo como se le presupone y con un malo de manual sin carisma. Además, vale que Owen es el típico héroe, pero a Claire la reducen a una acompañante que quitando dos escenas, poco hace.
No me ha gustado, la esencia de «Parque Jurásico» (Jurassic Park) no la encuentro.