Los dinosaurios campan a sus anchas por la Tierra y hay personas que quiere protegerlos. Una empresa, Biosyn, parece que quiere salvar a los dinosaurios también para que convivan en paz con los humanos pero sus planes distan mucho de lo que quieren hacer creer. Menos mal que aparecen por ahí la doctora Ellie Sattler (Laura Dern) y el doctor Alan Grant (Sam Neill) que con la inestimable ayuda del doctor Ian Malcom (Jeff Goldblum) tratarán de sacar a la luz la verdad. Mientras que, en otro frente, Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) intentarán recuperar a la secuestrada Maisie Lockwood (Isabella Sermon) para quien el jefe de Biosyn, Lewis Dodgson (Campbell Scott), también tiene planes.
La saga de «Jurassic World» iniciada en 2015 parece que termina con esta «Jurassic World: Dominion», dirigida y coescrita de nuevo por Colin Trevorrow, de marcado mensaje ecologista. Hay dos tramas en la película bien diferenciadas, la de la «vieja guardia», llamémosla así, y la de los protagonistas de esta saga, que acaban juntándose en el tramo final del filme. Ambas tienen cosas que funcionan y cosas que no lo hacen, y repeticiones que van de homenaje a «Parque Jurásico» (Jurassic Park) pero que quedan repetitivas más que nostálgicas. Aprueba pero porque da gusto ver juntos de nuevo a Dern, Neill y Goldblum y la última escena de los dos primeros con la que hay que aplaudir, como hizo un niño pequeño en la sala de cine en la que la vi, sí o sí. Por cierto, que los raptors se vean más falsos que los de 1993 tiene delito.